Nueva York es la ciudad de muchas cosas: De los rascacielos, de los musicales, de la cultura hip-hop, de Donald Trump y de la (riquísima) comida basura. Hamburguesas, perritos, pizzas y una selección de todas las cocinas del mundo os esperan en «La Gran Manzana», que por supuesto, también tiene espacio (y mucho) para los veganos.
Pero hoy, quisiera hablar de algo que a casi nadie le amarga: Los dulces. “La Capital del Mundo” tiene opciones infinitas, no obstante, voy a mostraros las 7 mejores delicias de la ciudad y para vuestra sorpresa, los famosos cupcakes de Magnolia Bakery no están en la lista. He ido más allá.
Las cookies de Levain Bakery
Jamás probaréis unas galletas como estas. No sólo son monstruosamente grandes, tanto que casi parecen muffins, sino que están deliciosas y no empalagan ni la mitad de lo que aparentan.

Una sería suficiente para dos personas pero ¿cómo no probar más sabores? Nosotros nos decidimos por una de chocolate con leche y nueces y otra de chocolate negro y mantequilla de cacahuete. Locura por 4$ la unidad.
Las meriendas de Max Brenner
Es como si el mismísimo Willy Wonka os invitara a merendar. El chocolate es la estrella del local y está presente en todas sus variedades. Creedme cuando digo que jamás en vuestra vida probareis uno que esté mejor.

Fondues, pizzas, gofres, batidos, crepes y diversas bebidas llevarán el cielo a los más golosos, pero en Max Brenner tampoco se olvidan de los amantes de lo salado: Cuentan con una interesante carta de sándwiches, hamburguesas, patatas, ensaladas y pasta.
Como amante del chocolate y del té, no puedo dejar de recomendaros que probéis el White Chocolate Chai. Para morirse.
La mejor Cheesecake de vuestra vida
¿Seríais capaces de encumbrar a una cheesecake sin base de galleta en vuestro “top culinario”? Yo tampoco. O al menos eso era lo que pensaba hasta que probé la cheesecake clásica del famoso restaurante Junior’s.

El sabor es tan intenso y la textura tan conseguida que ni te acuerdas de ese “must” de la base porque, sinceramente, no le hace falta. Las porciones no son baratas, ya que cuestan nada menos que 7,95$ cada una, pero hay que decir que lo valen por calidad y por tamaño, que es más que generoso.
Los cupcakes de Georgetown Cupcake
Carrie Bradshaw puso de moda los cupcakes de la famosa Magnolia Bakery y eso ha provocado que las colas a determinadas horas sean importantes en los distintos establecimientos de la cadena. Pasad de ella, EL LUGAR es Georgetown Cupcake.

Esta tienda del SoHo tiene una variedad infinita de estas magdalenas “chic”, tan pequeñas como caras y sabrosas, porque si algo tienen los cupcakes de Georgetown es que saben a lo que son. En vísperas de navidad pedimos uno de “Christmas Cookie”, otro de “Iced Vanilla Buttermilk” y un último de “Salted Caramel”, todos con un sabor conseguidísimo en el que se apreciaban todos los ingredientes.
El precio es de 3,90$ la unidad, con ofertas si compras cantidades mayores.
El exclusivo Cronut
La historia de este dulce merece mención aparte. Resumiendo, resulta que el maestro repostero Dominique Ansel decidió crear en 2013 un híbrido entre dos clásicos: El croissant y el donut. A partir de ahí surgio un auténtico “hype” mundial alrededor de este dulce, tanto que la revista TIME lo catalogó como uno de los mejores descubrimientos del año.

Solamente se hacen 200 unidades al día de un solo sabor que va cambiando cada mes y cada cliente puede llevarse un máximo de dos unidades. Un día sobre las 12:30de la mañana, pasamos por delante de la tienda en el paseo por el SoHo y quisimos hacernos con un par de ellos. Lógicamente estaban ya agotados, por lo que decidimos madrugar al día siguiente y desayunar allí. A las 8:30, y tras 20 minutos de cola y una machetada a la cartera de 24,07$ por 3 cronuts y un té chai, estábamos degustando el famoso dulce que ese mes, con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, era de papermint.
La forma es la del donut, la textura, la del coisant y el sabor… el de una rosquilla azucarada. A mí me gustó y considero que un todo foodie que se precie y que visite la ciudad debería probarlo, pero también os digo que hay que estar muy poco cuerdo para madrugar por él. Sobra decir que yo no lo estoy.
También podéis reservarlos con 15 días de antelación para recogerlos sin colas, pero a tanto no llego.
Eileen’s Famous Cheesecake
No son los de Junior’s pero los de Elieen’s tampoco tienen desperdicio: Pequeños y dulces bocados de un montón de sabores.

Nosotros no innovamos mucho pero no nos equivocamos en absoluto: Fresa, Salted Caramel y Dulce de Leche. Un delicioso y calórico desayuno para combatir el frío por 11,70$.
Los donuts de Doughnut Plant
Dejad de pensar que con ir al Dunkin probareis los mejores donuts americanos. Eso es sólo una masa insípida y un topping con gracia. Los mejores los teneis en alguno de los locales de Doughnut Plant, que además son los inventores del donut cuadrado, el cual venden con el reclamo de estar relleno en cada bocado y … doy fe.

Nos decidimos por unos clásicos de “Carrot Cake” y “Gingerbread”, uno cuadrado con mantequilla de cacahuete y relleno de plátano y otro preñado de praliné y nueces pecanas. Sí, somos muy gochos, pero también felices.
Nunca se harán suficientes viajes a Nueva York para ver, probar y experimentar todo lo que ofrece, pero con esta pequeña selección podéis reservaros una cata al día y el resto, dedicarlo a descubrir.
Una respuesta a “Los 7 mejores dulces de Nueva York”