No es casualidad que Dabiz Muñoz, el chef (o xef) del momento, tenga en Tailandia su principal fuente de inspiración. El concepto “gastronomía” adquiere infinitas dimensiones en “El País de las Sonrisas” y es que en un mismo bocado encontramos todas las texturas y sabores que nuestros paladares pueden ser capaces de apreciar. He aquí una pequeña selección con 10 delicias imprescindibles y aptas para todos.
Pad Thai
Si vas a Tailandia y no lo pruebas, no has ido a Tailandia y no hay más. Este plato a base de noodles fritos, huevo, brotes de soja, lima, cacahuetes y salsa de tamarindo es todos los sabores y texturas en uno, un fiel reflejo de la gastronomía tailandesa. Puedes acompañarlo de pollo, gambas o tofu y también tomarlo solo.

Recuerda que no hay que tener remilgos para probar el de los puestos callejeros, allí es como la comida de mamá. El mejor lo probé en Black Canyon Coffee en Chiang Mai. Delicioso.
Rotee
El crêpe tailandés. Esta vez sí que no hay excusa para probarlo en la calle aunque sólo sea para ver el espectáculo de su preparación. Hasta el más inexperto cocinero hace malabares con su fina masa dejando a los mejores pizzeros y cocteleros a la altura del betún. Los tienes dulces, salados y con mil rellenos, todos por 1€ al cambio.

Arroz frito con piña
Otro clásico. Además de ser un plato muy sencillo, es muy vistoso cuando lo presentan dentro de la propia piña y gusta a todo el mundo. Lo suelen acompañar de pollo, huevo, pasas y otros frutos secos.

Massaman curry
De los más típicos de Tailandia y el preferido de la mayoría de los turistas ¿El motivo? No pica. Es un plato a base de carne, patata, laurel, azúcar, caldo de pescado, salsa de tamarindo y mucha mucha leche de coco.

Tom Kha Kai
Siguiendo con la leche de coco, tenemos esta peculiar sopa a medio camino entre lo ácido y lo dulzón. Esto se consigue con ingredientes tan dispares como la ya mencionada leche de coco, hojas de limón y lima, caldo de pescado, pollo, champiñón, cebolla, ajo y cilantro.

Brochetas satay
Las puedes pedir de pollo o de cerdo, pero lo importante es que vayan bien acompañadas de una abundante salsa satay, un cremoso aderezo a base de mucho cacahuete molido, curry, azúcar de palma, leche de coco y caldo de pescado.

Mango sticky rice
Es increíble lo bueno que está este postre aparentemente tan sencillo. Lo que le hace especial es usar arroz glutinoso, que va acompañado de mango y, de nuevo, leche de coco. Una delicia.

Pollo frito al estilo tailandés
El pollo frito es un clásico en muchos países y Tailandia no iba a ser menos. A mí me maravilló por ser crujiente, tierno y muy sabroso gracias al marinado de cilantro, ajo y especias. De nuevo, ganan los puestos callejeros.

Som Tam
No todo iba a ser frito. Tailandia puede presumir de gozar de una enorme variedad de frutas tropicales con las que hacer originales ensaladas como esta de papaya verde, la más famosa. Aquí hay que prestar atención a la procedencia del agua con la que lavan las frutas y verduras si no quieres que alguna bacteria te juegue una mala pasada.

Fried Noodle Rolls
Habrás comido rollitos orientales en miles de sitios. Muchos apenas notarán la diferencia entre los de un país y otro, pero os aseguro que todos tienen su toque especial. Estos me gustaron porque en vez de verduras o carne, iban rellenos de noodles de arroz y acompañados de salsa agridulce. Es un poco “pan con pan”, pero como snack está muy curioso.

Si te gusta comer, en Tailandia disfrutarás mucho. Si eres de los que pone remilgos, te aconsejo abrir la mente y lanzarte a descubrir este universo gastronómico, estoy convencida de que te sorprenderá para bien.