Ahora que se acerca el frio y los más viajeros seguro que ya tenéis en mente posibles destinos con aires navideños, no puedo dejar de recomendaros una ruta de una semana por Praga, Viena y Budapest, tres ciudades deliciosas para visitar en cualquier época del año, pero que entrando en invierno adquieren un encanto especial con luces y mercadillos.
Ya en este post os conté cómo distribuí el tiempo, con 2 días en Praga, 2 en Viena y 3 en Budapest. A priori no suele ser un viaje demasiado económico teniendo en cuenta que no se sale de Europa, de hecho las agencias por lo general no lo ofertan por menos de 900€/ persona, pero os sorprenderéis del presupuesto final tan económico que conseguí cuadrar para un viaje de estas características y más teniendo en cuenta que lo organicé con apenas 3 semanas de antelación, aunque ya llevaba unos meses estudiando los destinos.
Como digo siempre, la investigación y la organización son las claves, pero si queremos conseguir un presupuesto realmente bajo, hay que renunciar a ciertas comodidades que, en mi caso, no suponen ningún problema.
Vuelos
Lo ideal para ahorrar tiempo en desplazamientos es entrar por Praga y salir por Budapest o viceversa. También Bratislava (entre Budapest y Viena) puede entrar en la ecuación, porque suele tener vuelos económicos y puede que merezca la pena el desplazamiento.
Yo compré los trayectos por separado. La ida Madrid – Praga la hicimos con Ryanair (maletas de mano incluidas) con un horario que nos permitía aprovechar todo el día allí, llegando a las 9:20 de la mañana. El precio fue de 61,20€/ persona.
La vuelta fue Budapest – Madrid con Iberia (también con solo maleta de mano). Con un descuento pequeño descuento por ser menor de 30 años, el precio fue de 74,40€/persona.
Total vuelos: 135,60€/ persona.
El viajar sin facturar maleta es una de las renuncias que os comentaba antes, pero después de 3 semanas por Asia con una mochila, una semana con maleta de mano es pan comido, aunque es cierto que con la ropa de invierno el “tetris maletero” es más complicado.
Hoteles
En esta partida es donde realizamos otra renuncia. Elegimos alojamientos bien comunicados con el centro en transporte público pero con baño compartido, lo que redujo muchísimo el presupesto. Para nosotros no supone ningún problema ni pérdida de privacidad, ya que normalmente se trata de un cuarto de baño privado pero al que puede acceder más gente.
Praga – Flora House (2 noches hab. doble con baño compartido): 65€
Viena – Do Step Inn (2 noches en hab. doble con baño compartido): 73,77€
Budapest – Walking Bed Budapest Downton ( 3 noches en ha. doble con baño compartido): 47,50€
El que más nos gustó fue el de Praga. Se trataba de un espacio abuhardillado, y super acogedor con dos habitaciones dobles privadas y dos baños completos en el que no llegamos a coincidir con nadie. En Viena estuvimos en una residencia de estudiantes en habitación doble y cabinas de ducha privadas en el pasillo, y en Budapest en un piso con una habitación enorme y baño compartido con otra, aunque luego por un problema nos cambiaron a un edificio contiguo con una habitación de 6 camas para nosotros dos solos.
Total hoteles: 93,14€/ persona
Transportes
Sopesé la posibilidad de alquilar un coche para hacer toda la ruta, pero pronto me di cuenta de que no compensaba. Las tres ciudades cuantan con un un transporte público barato y de calidad y están muy bien conectadas por tren y autobús.
El plan B era desplazarnos entre ellas en tren, pero reservando con tan poca antelación, lo sprecios habían subido y decidimos hacerlo en autobús, lo cual fue todo un acierto. Es una maravilla cómo funcionan en el centro de Europa: Precios muy económicos, rutas regulares y equipamiento y confort al máximo.
Autobús Praga – Viena: 15€/persona
Autobús Viena – Budapest (con cambio breve en Bratislava): 16,50€/ persona
Dentro de las ciudades, utilizamos el transporte público para llegar al centro y luego lo recorrimos a pie. Decidimos comprar abonos que cubrieran los días que íbamos a estar.
Total transportes: 64€/persona
Entradas
Visitamos los lugares que veréis debajo y también otros con entrada gratuita (catedral S. Esteban en Viena, Iglesia del Niño Jesús de Praga…etc), o con pago parcial, como la Iglesia de San Esteban en Budapest, y otros edificios los vimos solo por fuera.
En total gastamos 179,37€ entre los dos, es decir, 89,70€ por persona.
Comida
Aquí sí que no solemos escatimar. Para los desayunos solíamos tirar de fruta, frutos secos, yogures y algún bollito o sandwich en los supermercados o tiendas de barrio, y para comer y cenar lo hicimos en restaurantes de comida típica y en los mercadillos navideños.
En Praga dimos buena cuenta de los codillos y del goulash, además de ricos chocolates calientes y trdlnik, los pasteles chimenea. En Viena fue con diferencia donde peor comimos… por las horas o por los lugares donde nos encontrábamos cuando tocaba, siempre acabamos en food courts de centros comerciales o en McDonald’s. Budapest, en cambio, fue un edén gastronómico. Comimos en restaurantes típicos pero sobre todo alucinamos en locales juveniles con propuestas más alternativas pero igualmente deliciosas. Además también un día salimos a tomar unas copas en el famoso ruin bar Szimpla Kert. Fue la ciudad donde más gastamos en este aspecto pero no porque fuera cara, que ni mucho menos, si no porque todo estába delicioso y pedimos muchas cantidades o más platos diferentes. Además, estuvimos 1 día y medio más que en las otras dos ciudades.
Nos gastamos en comer un total de 230,46€ o, lo que es lo mismo, 115,23€ por persona.
Gasto total
Teniendo en cuenta el desembolso inicial y todo lo que gastamos en los destinos, el precio final viajando dos personas fue de 497,70€/ cada uno.
La verdad es que no puedo estar más orgullosa y satisfecha con este presupuesto. El viaje salió a pedir de boca, conseguimos visitar 3 ciudades rebosantes de historia en una semana sin la sensación de ir a matacaballo, más limitados por las pocas horas de luz que por otra cosa, comimos estupendamente y estuvimos muy cómidos en todo momento. En definitiva, disfrutamos muchísimo y consguí que nos ahorráramos una buena cantidad de euros para futuros viajes 🙂
La ruta imperial! que hermoso!!!
muy buena info
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