Budapest: Guía Práctica

Budapest es una ciudad increíble, a medio camino  entre los menos turísticos países del Este y las grandes capitales europeas, envuelta además en una atmósfera joven y alternativa.

Tres días sería el tiempo mínimo ideal para disfrutar de la capital de Hungría, pero el itinerario detallado os lo contaré en otro post. Hoy me encargaré de daros unos daros prácticos que os serán muy útiles a la hora de planificar vuestra visita… porque si no tenéis esta ciudad en vuestra lista, no sé a qué estáis esperando.

Vuelos

Aunque por lejanía no es de las rutas más económicas desde España, varias son ya las compañías que ofrecen vuelos a buen precio, siendo Ryanair y Wizz Air las más asequibles sin olvidarnos de Iberia. Una buena oferta sería entre 40 y 100€, dependiendo de la ciudad de partida.

Una alternativa a tener en cuenta podría ser aterrizar en el aeropuerto de Bratislava si el precio fuera significativamente menor. Está a menos de 3 horas por carretera y hay conexión directa gracias a magníficas compañías de autobús como Flixbus y Regio Jet por unos 15€ el trayecto.

Cómo ir del aeropuerto al  centro

En Budapest hay un único aeropuerto, el Ferenc Liszt. Desde allí hay varias formas de desplazaros al centro:

Bus 200E + Metro: Es la alternativa más económica. Se trata de un autobús de línea que os llevará hasta la estación Köbánya-Kispest, al final de la línea 3. Desde allí podréis llegar en metro a vuestro destino final. Lo mejor es comprar un abono de transporte que cubra toda vuestra estancia y así este trayecto entraría dentro del mismo, pero de eso os hablaré en el siguiente apartado.

Shuttle Bus 100E: Cuesta 900HUF (3€) y no entra dentro del abono transporte, pero cuenta con la ventaja de que va directo hasta Deák Ferenc, en pleno centro.

Taxi: Hay una sola compañía de taxis prepagados del aeropuerto al centro, Fötaxi. El trayecto cuesta unos 7000HUF (22€)

Transporte

Existe la opción de comprar abonos para 1 día 1.650 HUF (5€), de 3 días 4.150 HUF (13€) y de 7 días 4.950 HUF (16€).

Es lo más recomendable teniendo en cuenta que el billete sencillo cuesta 350HUF (1,10€) sin posibilidad de hacer transbordos. Si quieres cambiar de línea serían 530HUF (1,70€).

Los abonos hay que validarlos en las máquinas de la entrada una sola vez. Desde ese momento tendremos 24, 48 o 72 horas para usarlo para tranvía, autobús o metro. En este último, antes de las escaleras mecánicas de todas las estaciones, hay que mostrárselo de nuevo a los trabajadores… y tenedlo a mano porque suelen pasar revisores vestidos de paisano.

(Ojo actualmente porque hay cortes en la linea 3 los fines de semana y después de las 20:30)

Moneda

Aunque esté dentro de la EU, la moneda es el Florín Húngaro. Como siempre, recomendable cambiar en el aeropuerto una pequeña cantidad y buscar un lugar en el centro con mejor tasa.

Actualmente (diciembre 2017) el cambio está a 1€ – 313HUF. El mejor que he visto en la ciudad fue 1€ = 310 HUF, en la zona de Kalvin Ter.

No os preocupéis si no tenéis moneda húngara en primera instancia, porque la mayoría de los hoteles aceptan también Euros.

Alojamiento

Bastante económico si lo comparamos con el resto de capitales europeas. Además de hoteles e infinitos B&B, el alquiler de apartamentos está a la orden del día… valoradlo en función de vuestras necesidades.

Lo que sí  que hay que tener claro es alojarse siempre en la zona de Pest,  la más viva y mejor comunicada. El barrio judío, por ubicación y oferta de restaurantes y ocio, me pareció ideal. Yo me decidí por la zona de Kélvin Tér, junto al Mercado Central y Puente de la Libertad y estuve también encantada.

¿Qué ver?

La pregunta sería qué no ver, porque la ciudad en sí merece mucho la pena. Aunque en otros post detallaré más a fondo el itinerario, a grandes rasgos simplemente tened claro que la ciudad se debe dividir en dos zonas (antaño ciudades): Buda y Pest.

Buda:

Para llegar a la colina de Buda, lo ideal es cruzar andando el impresionante Puente de las Cadenas, otro atractivo turístico más de la ciudad. Ya en el otro lado podéis optar si subir a la cima en funicular (1200HUF – 4€ sólo un trayecto), autobús (16, 16A y 116) o andando (no son más de 10 minutos) y el camino no tiene mucha pendiente).

El Castillo de Buda: Impresionante por fuera, pero sin alma por dentro… o al menos en eso coincide todo el mundo porque yo, vistos los comentarios, no pasé a sus museos, que tienen entrada por separado.

El Bastión de los Pescadores: Absolutamente genial. Un mirador de cuento con impresionantes vistas al Parlamento y a Pest. Sólo hay que pagar entrada (600 HUF – 2€) si se sube a la parte superior, pero para 2 metros más de altura, no merece la pena.

La Iglesia de San Matías: Una preciosidad neoclásica que fue escenario de bodas reales en el pasado. La entrada son 1.500HUF Adultos (5€)  y 1.000HUF (3,20€) para estudiantes.

Algo más al sur, atravesando el Puente de la Libertad,  está la Colina de Gellért, otro mirador con unas vistas de infarto. Antes de subir, se puede pasar a la peculiar Iglesia Rupestre o relajarse en el Balneario del Hotel Gellért, dónde se rodó el anuncio de los “cuerpos Danone”.

Pest:

Parlamento: El emblema de la ciudad y no es para menos, ya que me sería difícil decir si es más bonito por dentro o por fuera. Imprescindible reservar la visita guiada en español con antelación a través de este enlace, que es el oficial y el más económico. El precio es  de 1.400HUF (4,50€) para ciudadanos de la UE y 6000HUF para el resto del mundo (a lo que hay que añadir unos 2€ al cambio en gastos de gestión) y dura unos 45 minutos.

Monumento de los zapatos: A la orilla del Danubio hay varias estatuas bastante interesantes, pero sin duda la más famosa es ésta en honor a los más de 20.000 judíos que fueron fusilados por los nazis durante la ocupación.

Basílica de San Esteban: Otra maravilla en honor al primer rey de Hungría, Esteban I, en la cual se encuentra algo muy curioso: su mano derecha, también conocida como “La Santa Diestra”. Yo no sé por qué, pero el caso es que no nos cobraron entrada. En teoría vale 400HUF con un plus para ver la mano y/o subir a la cúpula.

Gran Sinagoga: Un poco cara para lo que ofrece con respecto a otras atracciones, pero no se puede negar que es preciosa. No podía ser sw otra manera hablando de la segunda sinagoga más grande del mundo. El precio es de 2.850 HUF (9€) e incluye acceso al cementerio judío, un lugar solemne pero que no llega a la altura del de Praga.

Plaza de los Héroes: La más importante de Budapest ya que alberga las estatuas de los líderes de las 7 tribus fundadoras de Hungría y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Castillo de Vajdahunyad: Hoy en día alberga un museo de agricultura, pero merece la pena pasarse a visitarlo simplemente por su exterior, que os trasladará a la mismísima Transilvania. Está junto a la Plaza de los Héroes:

Baños Széchenyi: Ir a Budapest y no relajarse en un balneario es como marcharse de Italia sin haber tomado un plato de pasta. Los más famosos, bonitos y también abarrotados son los  Baños Széchenyi. Hay entradas de mañana o de tarde (en franjas de 2 horas) pero no merece la pena ya que entre que cambias y te duchas después apenas te dará tiempo a disfrutar y sólo te ahorrarías 300HUF (1€). Lo recomendable entonces es comprar una entrada de día por 4.600 (14€) con taquilla y 5100 (16€) con cabina privada. Si sois dos, podéis coger una de cada y cambiaros en la misma… pero es minúscula, del tamaño de un probador.

Ópera: Una de las más importantes y con mejor acústica del mundo. Realmente sale más barato comprar una entrada sencillita para un espectáculo (300-500 HUF) que hacer la visita guiada (2.990F – 9,50€). Vosotros decidís.

Mercado Central: Se construyó para controlar la calidad y mejorar la conservación de los alimentos a finales del siglo XIX, pero la II Guerra Mundial lo dejó prácticamente en ruinas y se cerró en 1991. Años más tarde fue rehabilitado y se convirtió en un lugar ideal para observar la vida cotidiana de los ciudadanos, acercarse a la gastronomía húngara y comprar souvenirs. Cierra los domingos por la mañana.

Ruin Pubs: El alma de la vida noctura de Budapest. Son locales abandonados que se han convertido en peculiares pubs decorados con todo tipo de objetos. Es algo curiosísimo, así que no puede falta una visita al Szimpla Kert, el más famoso, o a otros como Púer, Dürer Kert o Instant.

NOTA IMPORTANTE: Para los que solemos tirar de carnet joven o de de universidad española para conseguir descuentos, deciros que en Hungría están bastante espabilados en este aspecto y sólo aceptan exclusivamente el carnet de estudiante internacional ISIC para cualquier tipo de reducción.

¿Dónde comer?

En Budapest comeréis estupendamente además de barato vayáis donde vayáis. Hay montones de restaurantes internacionales, pero os aconsejo aún así probar la gastronomía del país que, aunque muy calórica, es deliciosa. Mención aparte merece la cocina más vanguardista de la ciudad, que me sorprendió con una propuesta joven y rompedora que tardaré en olvidar. Así, os recomiendo encarecidamente 3 lugares que no os podéis perder, todos en el barrio judío:

Bors Gazstrobar: Local pequeñito más pensado para el “take away” y especializado en finísimas y deliciosas baguettes y en sopas dulces y saladas que van cambiando cada día ¿Y qué tiene de especial? Pues si os digo “sopa de cheesecake con topping de gofre”, “sopa de chocolate con chili, drops de chocolate blanco y coco” o “sopa de calabaza con pollo, sour cream y semillas de amapola”, seguro que la cosa cambia. Es el número 1 en TripAdvisor, no digo más.

TöLTő: Una de las comidas más populares de Hungría son las salchichas especiadas… y allí comí el mejor perrito de mi vida: De jabalí y shitake, wakame, salsa chinkiang y esponja de espirulina. De locos.

Drum Café: El mejor lugar para probar  el langós, el goulash, el halaszle y una infinidad de platos húngaros a buen precio. En su menú todos los platos vienen con foto y traducidos al inglés, así que es genial.

En definitiva, una ciudad diferente y con infinitas posibilidades. Historia, cultura, vistas, ocio, gastronomía, precios bajos, vanguardia…. Budapest tiene todos los ingredientes para hacer vuestra escapada memorable. No tardéis en conocerla.


4 respuestas a “Budapest: Guía Práctica

  1. Hice este viaje con mi pareja en marzo del año pasado. Que bonito es Budapest!
    En cuanto a los baños Széchenyi decir que cuando fui yo no estaban para nada abarrotados! Además nosotros (por falta de tiempo) fuimos sobre las 5 de la tarde y la entrada era gratuita. Pensábamos que no nos daría tiempo a disfrutarlos (son enormes) pero las piscinas exteriores están abiertas hasta las 10 de la noche! Así que nos salió bien la jugada. Alquilamos una taquilla para los 2 y nos cambiamos a turnos…ñerp sinceramente si volvemos no alquilaría taquilla ya que los vestuarios femeninos están bien y tienen secador de bañadores.

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    1. Coincido con lo de la taquilla… no es necesario, pero la diferencia de precio es tan poca que nos decidimos por eso. ¡Qué suerte la entrada gratis! Nosotros también fuimos sobre esa hora, pero teníamos que pagar o la de 2 horas de tarde o la de día completo y por 2-3€ de diferencia, decidimos la de día completo y aprovechamos hasta las 10 😉

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