Pekín Express: Qué ver en la capital de China

China fue mi primera incursión en el continente asiático. Un viaje que simplemente surgió y al que me lancé tan sólo 20 días antes de la salida. Fue uno de los pocos viajes organizados por agencia que he hecho. Sinceramente, no es lo mío. Disfruto y absorbo mucho más cuanto soy yo la que marca la ruta, la que se pierde y se encuentra. No obstante, reconozco que hubiese sido imposible abarcar todo lo que hicimos por China en apenas una semana de no haber sido por nuestros guías, con lo cual admito que disfruté de la experiencia y grabé a fuego en mi retina todo cuanto vi. Estos son los lugares con los que me quedo para un corto paso por la ciudad.

La Ciudad Prohibida

La insignia de Pekín. La entrada cuesta 60Y de abril a octubre y 40 de noviembre a abril.

Fue el palacio real durante las dinastías Ming y Quing, allá por el siglo XV y está situada exactamente en el centro de la ciudad. Está dividida en dos zonas: la sur y más cercana a la Plaza de Tian’anmen, usada para distintas celebraciones y para alojar a la corte, y la norte, reservada para la familia real.

La entrada a la Ciudad Prohibida desde la Plaza de Tian’anmen

El complejo es inmenso,  probablemente nunca estaréis un alguno mayor: Consta de 80 edificios y una superficie de 720.000 m².

Uno de los 89 edificions que confirman la Ciudad Prohibida

De las explicaciones de nuestro guía, me llamó especialmente la atención la historia de los eunucos, los sirvientes de la corte a los que se les castraba para evitar que cayeran en la tentación de seducir a alguna de las concubinas del Emperador. Habiendo “reducido el riesgo”, se les encargaba la tarea del cuidado de éstas. Muchos de ellos habían sido condenados a perder su miembro como pena, pero otros, eran gente de origen humilde que se sometieron a la castración de forma voluntaria para poder trabajar en palacio y ascender socialmente.  El acto era siempre realizado por un eunuco de rango mayor y se prohibía al nuevo comer durante los días siguientes para evitar cualquier infección. Durante las dinastía Ming y Qing, este acto se llevaba a cabo en una estancia en dudosas condiciones dentro de la Ciudad Prohibida y los especialistas de la castración recibían seis lingotes de plata por cada servicio. El miembro se conservaba y, si el eunuco era afortunado, se entregaba bien a un médico a cambio de dinero o bien a los familiares hasta que el eunuco moría y se le volvía a coser al cuerpo para que recuperara su integridad y pudiera ir al paraíso.

El Templo del Cielo

El precio del ticket completo para adultos es de 30Y. Si bien el recinto es más pequeño que la Ciudad Prohibida, no está exento de rincones bellos y fascinantes historias.

Qinian Dian, es el templo que los emperadores de la dinastía Ming  utilizaban para realizar sacrificios en honor al dios del cielo para darle las gracias por las cosechas obtenidas y rogar por las futuras.

Pabellón central del Templo del Cielo

La Bóveda Imperial era donde el Emperador acudía a meditar en la ceremonia del solsticio de verano. Aquí me llamó especialmente la atención el Muro del Eco, una pared circular de 61,5 metros de diámetro que transmite el sonido de una forma increíble. Basta con que una persona pronuncie una palabra en  el diámetro opuesto parque llegue a vuestros oídos claramente… siempre y cuando no haya decenas de turistas haciendo lo mismo.

El Salón de la Abstinencia en el Templo del Cielo

Otro dicificio importante es el Salón de la Abstinencia o del Ayuno, donde el Emperador se retiraba para alejarse de la carne, las bebidas, la música y las mujeres para ocuparse de los asuntos del Estado tres días antes de las grandes ceremonias.

El Altar Circular es el último edificio que no debéis perderos. En el pasado, en el centro del Altar Circular del Templo del Cielo se situaba el Trono del Cielo, considerado en su día como el centro de la Tierra en la China Imperial.

Además de los rincones religiosos, disfruté especialmente del parque que da acceso al recinto. Allí pudimos ver a muchos chinos de edad avanzada realizando todo tipo de actividades deportivas con una gran agilidad, bailando danzas o tocando instrumentos tradicionales y otros incluso buscando pareja a sus hijos en lo que en China se conoce como “Mercado de Matrimonio”, un paseo súper curioso que recomiendo a todo el mundo.

La actividad física es una parte esencial para la población china

Plaza de Tian’anmen

La más grande del mundo, construida siguiendo el diseño de la Plaza Roja de Moscú para albergar todo tipo de manifestaciones de carácter político.

Está rodeada por edificios gubernamentales de arquitectura comunista, como la Asamblea Nacional y el Museo de Historia, y en el centro, se alza el Monumento a los Héroes del Pueblo, un obelisco con una altura equivalente a diez pisos que recuerda a los caídos en las revoluciones de los siglos  XIX y XX.

El monumento a los Héroes del Pueblo en el centro de la Plaza de Tian’anmen

Como la Plaza Roja, la de Tian’anmen también tiene lugar para los restos de su líder político: El Mausoleo de Mao Zedong. Las malas lenguas dicen que lo que se expone no es el cuerpo del difunto presidente del Partido Comunista, sino una carcasa de cera sobre su cuerpo real, que fue embalsamado en vez de incinerado, desobedeciendo así su voluntad.

Palacio de Verano

Está a las afueras de Pekín y se tarda media hora aproximadamente en llegar en taxi. Como en el resto de monumentos, hay distintos tipos de entrada en función de las estancias que se quieran visitar ¿Por qué tan lejos? Pues porque el Emperador quería huir del asfixiante calor de la ciudad y mandó construir un palacio en medio de la naturaleza, pero resulta que el mandatario quería que la zona tuviera algún accidente geográfico que aumentara su atractivo y exigió que se le diseñara un lago y se erigiera una montaña con los materiales excavados.

El lago del Palacio de Verano es artificial y se excavó por expreso deseo del Emperador

Dentro del recinto destaca sobre el resto del puntos de interés La Pagoda del Buda Fragante. Es ideal para tener unas buenas vistas de todo el complejo desde lo alto de la Colina de la Longevidad Milenaria.

Otro de los atractivos es el Puente de los 17 Arcos, que imita al Puente de Marco Polo, situado al sur de Pekín, pero sin duda, el Gran Corredor fue la parte queme resultó más curiosa por la historia que esconde detrás, ya que fue construido para que la emperatriz pudiera pasear por los jardines sin que la lluvia le destrozara el peinado.

Acceso al embarcadero del Palacio de Verano

Haría falta más de un día para recorrer todos los jardines y estancias pero recomiendo dedicarle medio.

Mercado de la Seda

El paraíso para los amantes de las compras. No os esperéis un coqueto mercado callejero con puestos de madera, es un centro comercial con todas las de la ley y más de 1.700 tiendas.

Los comerciantes siempre aseguran que los productos son auténticos, pero es sabido por todos que lo que el turista va a buscar allí son principalmente copias, algunas más logradas que otras.

Lejos de ser un mercado tradicional, el Mercado de la Seda, os hará desplegar vuestas mejores dotes de regateo

Los precios irán en función de vuestra habilidad para el regateo. En precio bueno sería la tercera parte de lo que ofrezca el comerciante en primera instancia. Un truco que yo usé y me fue muy bien fue decir que compraba diariamente en TAO BAO y ALIEXPRESS y sabía cómo estaban los precios. A muchos les hizo gracia mi picardía y hasta me felicitaron por mi ingenio, pasando todos por el aro.

Villa Olímpica

Una zona relativamente reciente que si bien no es tan rica culturalmente como los templos tradicionales, sí es bastante interesante a nivel arquitectónico sobre todo por la noche, cuando se encuentran iluminados.

«El Nido» es una moderna estructura arquitectónica que se ha acabado convirtiendo en un reclamo turístico

El Estadio Nacional conocido como “El Nido”, el Centro Acuático y la Antorcha Olímpica, son los principales reclamos de la zona.

Avenida Wangfujing

Lamentablemente no puedo enviaros al Mercado Gastronómico de Wangfujing, famoso por ofrecer brochetas de insectos y otras rarezas para paladares occidentales, ya que fue cerrado a mediados del año pasado aún siendo uno de los principales puntos turísticos de la ciudad. La razón parece ser que fue la falta de higiene en el almacenamiento de los productos en los puestos de venta.

La Avenida Wangfujing es la arteria comercial de la ciudad

Por suerte, yo sí que pude disfrutar de tan peculiar visita e incluso me animé con una brocheta de escorpiones que, dicho sea de paso, no estaba mal. Fue como comer corteza de torrezno o panceta: dura, seca, crujiente y salada.

Lo que sí recomiendo es un paseo por la vecina avenida Wangfujing, plagada de tiendas y en constante efervescencia.

El Templo de los Lamas

Es el templo tibetano más importante fuera del Tíbet. Siendo uno de los centros religiosos más importantes de Pekín, en su interior podréis ver miles de fieles haciendo sus ofrendas envueltos en un penetrante y místico olor a incienso.

Arquitectura tradicional en el Templo de los Lamas

La joya del templo es la la estatua del buda Maitrella, tallada en madera de sándalo y que se alza en el interior del Pabellón Wangfu Ge. Esta figura representa el buda del futuro, uno que aún no ha nacido en la Tierra pero que completará la labor de su precedesor.

La Gran Muralla

Miles de cosas se pueden decir de unad e las 7 Maravillas del Mundo. En contra de las creencias populares, ni recorre exactamente el perímetro de China, ni se puede ver desde el espacio y ni su altiura ni su sus  8.851,8 kilómetros de longitud pudieron evitar que fuera superada por los mongoles y los manchúes, pero es sin ninguna duda una de las construcciones más impresionantes que se puede uno echar a la cara.

El sector de Badaling, la parte de la muralla más turística

La zona mejor conservada y más cercana a Pekín recibe el nombre de Badaling, aunque también es la más saturada por esa razón. Se puede subir hasta la parte más alta en teleférico pero también andado… muy pocos aguantan el tirón por las cuestas, pero yo lo recomiendo hacer así ¡Hubo un momento en el que fuimos los únicos occidentales en el último tramo!

Muy pocos aguantan hasya la parte alta, pero las multitudes nunca desaparecen

El precio de acceso depende de la zona, pero suele ser bajo, entre 45 y 65 Y. Para ir a la zona de Badaling por tu cuenta, puedes hacerlo en taxi o cogiendo el bus 877 o el 919 en Deshengmen Arrow Tower. En caso de que prefieras una excusión organizada, hay miles de agencias que la ofrecen y que se anuncian en todos los hoteles… pero no bajará de los 50€. Sea cual sea la forma que elijaís, merecerá la pena.

 

Suficiente ¿no? En China jamás lo sería. Se necesitaría una infinidad de tiempo para visitar todos los puntos importantes del país en profundidad pero, por supuesto, a la capital habría que dedicarle un mínimo de 3 días para ver todo lo anterior que, como podeis comprobar, no es poco aunque a mí me supo así. También tuve la suerte de visitar la increíble Shanghai en un paso aún más fugaz, así que espero en un futuro volver a recorrer estas maravillas y desplazarme a otros puntos de interés como Xi’an y Guilin.

 

 

 

 

 


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