El Caminito del Rey, una escapada fascinante sin salir de España

Hace unas semanas estuve en uno de los sitios más bonitos de España. No sé si el mejor, pero sí el más único, el más diferente. Hablo de “El Caminito del Rey”, una increíble travesía de 2,9 km sobre  listones de madera construida en las paredes del Desfiladero de los Gaitanes, en la provincia de Málaga.

caminito_del_rey_puente

No fue fácil conseguir las entradas. Desde su reapertura en marzo de 2015 se ha convertido en un destino muy popular a nivel mundial y la demanda resulta altísima. En un principio, se podían conseguir con antelación y de forma gratuita en los ayuntamientos de Ardales y Álora pero era casi misión imposible, de hecho, no fue hasta el 16 de abril de 2016 cuando nosotros pudimos comprarlas para un fin de semana en junio. Ese mismo día, y tras unas semanas de cierre, se ponía en marcha el nuevo modelo de gestión privada del Caminito y se comenzaron a vender las entradas en su web al precio de 10€.

La zona ha sufrido un boom turístico importantísimo tras la reapertura del camino, por lo que no tardamos en reservar alojamiento cercano para la noche anterior, que ya empezaba a escasear a precio razonable dos meses antes de la fecha. Nos decidimos por “Hostal Durán”, en la localidad de Álora por 45€/noche la habitación doble, un establecimiento familiar, limpio y sencillo con un personal amabilísimo. Las vistas desde la habitación eran preciosas.

alora_malaga

Actualmente se debe entrar por el acceso norte, el más cercano a Ardales y se finaliza en El Chorro. Nosotros preferimos dejar el coche en un parking gratuito justo a la salida y coger un autobús lanzadera por 1,55€/ persona que te deja en el acceso en unos 10 minutos. Fue todo un acierto, porque al terminar se agradece tener el coche, el aire acondicionado y el agua a mano y no tener que esperar haciendo cola para coger un autobús que irá a reventar, al contrario que en el de la ida, en el que solamente viajábamos 5 personas.

Una vez arriba, hay que pegarse una buena caminata hasta el punto de acceso,  así que recomiendo llegar mínimo 30 minutos antes de la hora a la que tengáis la reserva. Uno de los caminos es una pista forestal sin encanto, así que huid de él y de la marabunta y optad por el camino de la cueva.

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2,8 kilómetros recorriendo un precioso paraje en total soledad. Tras casi media hora de caminata, llegamos al punto de acceso, donde uno de los trabajadores nos felicitó por ser los únicos en haber escogido el camino más largo y más bonito. Llegamos con algo de retraso, pero no hubo ningún problema. Comprobación de entradas, entrega de cascos, charla sobre las normas y ¡comenzamos!

caminito_del_rey_inicio

En el primer tramo, recorrimos la zona del “Estrecho de los Gaitanejos”, un buen anticipo de lo que nos esperaba al final.

desfiladero_gaitanes

La segunda parte es el “Valle del Hoyo”, que transcurre por un sendero o pista forestal con magníficas vistas.

valle_del_hoyo

Lo más espectacular nos esperaba en el tramo final, donde caminamos por la mejor parte del desfiladero y nos asomamos al mirador de cristal.

caminito_del_rey

Sin duda, lo mejor fue atravesar el puente colgante (y por consiguiente, móvil) de 15 metros de longitud y situado a 105 metros de altura. Una locura.

caminito_rel_rey_puente_colgante

Completar el recorrido lleva algo más de 2 horas y media, paradas fotográficas incluidas, que en nuestro caso no fueron pocas. Además, aprovechamos los carteles explicativos para informarnos más a fondo sobre la historia de este camino, cuyas primeras tablas se colocaron en 1901 con el objetivo de explotar el potencial de la zona para generar electricidad. Las obras finalizaron en 1921 con la colocación de la última piedra por parte del rey Alfonso XIII, que recorrió junto a su séquito un tercio del recorrido, suficiente para que a partir de ahí se le conozca como “Caminito del Rey”. Desde entonces, se convirtió en un paso cotidiano para todos los habitantes de la zona pero poco a poco su deterioro hizo que cayera en desuso y sólo fuera frecuentado por excursionistas y escaladores hasta que en 2001, y tras varios accidentes mortales, se cerraron los accesos demoliendo el tramo inicial.

Aplaudimos la decisión de la Junta de Andalucía y de la Diputación de Málaga para rehabilitarlo, porque no cabe duda que no deja indiferente a todos cuantos oyen hablar de él y ha catapultado el turismo y el comercio de la zona.

Ahora entramos en el tema de la comida. No hay ni baños ni tiendas a lo largo del recorrido, así que no hay problema para introducir tu propia comida y dar cuenta de ella siempre y cuando se recojan los residuos, pero hay que saber que la oferta de restauración es variada tanto en el punto de entrada como el de salida. En nuestro caso, y siguiendo una recomendación ajena que cazamos, nos desplazamos al pueblo de Ardales. Allí paramos en el primer sitio que encontramos, Restaurante “El Cruce” y no podemos dejar de recomendar este lugar: Gazpacho, una riquísima ensalada de frutos secos y una abundante fritura de pescado con bebidas y postre para dos personas nos constó 30,60€ en total.

Aprovechando la cercanía, sugerimos desplazarse 50 kilómetros y pasar la tarde en la ciudad de Ronda y por qué no, hacer noche en  una localidad costera de la zona, como fue nuestro caso, y disfrutar así de los espetos y del mar.

ronda_malaga

Una escapada de 10 que no dejaremos de recomendar y que os muestro también en video:


4 respuestas a “El Caminito del Rey, una escapada fascinante sin salir de España

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