Pues no tenía yo mucha gana de hacer el balance viajero de este año pero por no fallar a la tradición, aquí estamos. En el 2022, annus horribilis, no lo hice y en el historial hay un hueco que me activa un TOC, así que… allá vamos.
Partiendo de la base de que adoro viajar, ha sido un año muy “de puertas para dentro”. Nunca diré que no a una escapada y siempre ando fantaseando con posibles o futuribles viajes, pero en este 2024 no he tenido esa “necesidad” o “ganas” tan propias de mí de hacer las maletas, salir o quedar. Me apetecía estar sobre todo en mi casa, EN MI REFUGIO. Pero una cosa es eso y otra que no me quiera ir de vacaciones, no nos vayamos a volver locos: Tres viajecitos y un par de escapadas de día son lo que os puedo contar en este 2024.
Cotswolds
Las ganas que tenía yo de hacer este viaje un otoño-invierno. Fueron sólo 4 días completos pero me parecieron una semana porque, no sólo visitamos los pueblos más pintorescos de la campiña inglesa, sino que además añadimos la monumental ciudad de Bath, el mítico Stonehenge, Stratford-upon-Avon (la cuna de Shakespeare) y los Warner Bros Studios de Harry Potter, un sueño para una “potterhead” como yo.

Disfrutamos muchísimos de esa atmósfera “cozy” que encajaba muy bien con esa actitud casera que he tenido este año. Ahora sólo quiere jubilarme, comprarme una casa allí y leer pilas de libros junto a la chimenea mientras como scones y bebo té inglés, saliendo solo para comprar el pan y pasear a mi setter irlandés.
Fue como estar en un cuento.
Gran Canaria
Apetecía una escapada con amigos a alguna isla como el que hicimos a Mallorca en 2021 justo antes de verano. Cuesta cuadrar agendas, pero lo propuse y estábamos todos tan en la misma onda que lo encarrilamos en nada. El destino lo decidieron el precio y el horario de los vuelos y la elegida fue Gran Canaria, una de las islas del archipiélago que me faltaba por conocer.

He de confesar que de inicio siempre ha sido la que menos me atraía, pero investigué y me pareció un destinazo con mucho que ofrecer. Finalizado el viaje, no puedo más que reafirmar este pensamiento: Playas preciosas, tanto de agua cristalina como más salvajes, paisajes volcánicos y tropicales, pueblos preciosos…. En pocos kilómetros parecía como que saltabas de continente: Lo mismo te sentías en alguna ciudad colonial de Colombia mientras paseabas por Teror o Arucas, como te plantabas en Namibia o Mauritania en las dunas de Maspalomas, del norte más hawaiiano, al sur más caribeño.
Súper recomendable.
Nápoles, Costa Amalfitana y Puglia
Comezábamos el año visitanduna uan exposición inmersiva sobre Pompeya aumentando nuestras ya fervientes ganas de visitarla, lo que no sabíamos era que por fin íbamos a hacer realdiad ese sueño este año. Siempre lo habíamos pensado para primavera u otoño, con menos calor y gente…. Pero siempre nos encontramos con dificultades para encadenar más de 4-5 días fuera de verano y navidad sin tocar puentes, cuando los precios suben.
Un año más nos vimos obligados por las circunstancias a no poder confirmar destino hasta poco antes de la fecha y ENCIMA nos tocaba viajar sí o sí en agosto, mes que aborrecemos y que siempre tratamos de evitar si es posible. No lo fue y mucho me temo que no lo será en un futuro próximo. Dando vueltas a los vuelos con tan poca antelación y en el mes maldito pocas eran las opciones que no se nos disparaban de precio y la ruta por Italia era una de ellas. Decidimos pues, mentalizarnos, y hacer este viaje añadiendo Puglia, zona que se ha puesto de muy de moda este año, ya que disponíamos de más días. Nos gustó todo, como no podía ser de otra manera tratándose de Italia, pero mentiría si dijera que el calor EXTREMO no deslució la experiencia.
Aún así, fue un viajazo en el que visitamos la particular Nápoles y, por supuesto Pompeya más subida al cono del Vesubio, la encantadora isla de Procida, varios de los pueblos más famosos de la Costa Amalfitana (Amalfi, Positano, Vietri Sul-Mare, Ravello, Atrani) y Salerno.

Cambiando de zona, alquilamos un coche y fuimos hasta Matera, en la provincia de Basilicata. Es sin ninguna duda, uno de los lugares más increíbles que he tenido la suerte de visitar: Una ciudad de piedra, de las más antiguas del mundo, llena de iglesias y cuevas.

Puglia fue verano en vena: Pueblos blancos, ventanas con flores, aguas turquesas y luces de verbena. No dedicamos mucho tiempo a la parte del tacón, donde están las mejores playas, pero no nos importaría volver en el futuro para centrarnos más en ella. Eso sí, no en el mes 8.

Y así terminan los grandes viajes. Como decía, hubo un par de escapadas de día aprovechando cuestiones laborales a Valladolid, a la que vamos de cuanto en cuando para tapear, y Vitoria, la capital vasca que me quedaba pendiente y donde el tapeo también es una religión. Además, tenía ganas de visitar un lugar que no sé si definir como macabro o perturbador: La réplica exacta del zulo en el que estuvo secuestrado José Antonio Ortega Lara durante casi dos años que hay en Memorial a las Víctimas del Terrorismo. Una locura.

Así que llegamos al final con el mismo deseo de años atrás: Que el año que viene no seamos menos de los que somos, que la salud nos acompañe, que los viajes no falten y que ya se empiecen a dar las condiciones necesarias para planificarlos con antelación, please!
¡Feliz 2025!
Me encantaría ir a las Islas Canarias o a todo lo que describes de Italia, y después de leer tu blog se me antoja más.
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