Ruta de 4 días por los Cotswolds: La escapada perfecta

Llevaba mucho tiempo detrás de este viaje y por fin pudimos realizarlo a principios de marzo de 2024. Fueron 4 días (cuando ya empezaba a haber más horas de luz) exprimidísimos; tanto, que nos parecieron una semana. El presupuesto y los preparativos los conté ya en este post, pero ahora detallaré lo que hicimos día a día para que podáis preparar una ruta que os cunda igual.

El vuelo salía de Madrid a las 7:25 y llegamos a Bristol antes de las 9:00, por lo que aprovechamos el día un montón. Una vez allí, recogimos el coche de alquiler y nos dirigimos a Bath. Aparcamos por detrás de Royal Crescent y dimos un paseo por los lugares más emblemáticos de esta encantadora ciudad.

No entramos en ninguna atracción ni museo, todo lo que vimos fue exterior pero quedamos encantados. Donde si pasamos fue a Sally Llunn´s a comprar uno de los bollitos típicos de la ciudad, que nos tomamos en un Costa Café acompañado de un té para entrar en calor. Para no perder tiempo, compramos algo de comida en un supermercado aprovechando los famosos “meal deal” de Reino Unido, gracias a los cuales por menos de 5 libras te llevas una bebida, un snack dulce o salado y un sándwich, wrap o ensalada. Finalizada la ruta por la ciudad, nos dirigimos en coche atravesando campos hasta la localidad de Larkhill, desde donde iniciamos una pequeña ruta a pie para conocer Stonehenge de forma gratuita. Como al principio jarreaba, aprovechamos para dar cuenta de la comida en el coche hasta que amainó.  Después de unos 20 minutos andando, llegamos a este legendario lugar en el que se respira un “algo” diferente.

Regresamos al coche y nos dirigimos a Watford, localidad situada en las afueras de Londres en la que se encuentra los Warner Bros Studios de Harry Potter. Tardamos cerca de hora y media. Esto no estaba en el plan inicial de viaje pero llevaba años queriendo visitarlos. La entrada hay que cogerla con bastante antelación pero tan solo 10 días antes de salir me dio por mirar y justo había disponibilidad para esa tarde y nos cuadraba perfecto en el itinerario, ya que en invierno en los Cotswolds a partir de las 17:00-18:00hrs ya es de noche y no hay nada que hacer salvo estar en los pubs. Nuestro pase era para las 18:00 pero accedimos sin problemas sobre las 17:15 y allí disfrutamos de una tarde mágica. Haré un post más específico de esto pero si sois fans de la saga, antes o después tenéis que ir (y si no lo sois pero os toca ir de acompañantes, se os hará super ameno).

Picamos algo para cenar en el propio bar acompañado de unas cervezas de mantequilla y nos dio la hora del cierre. Como ya eran pasadas las 22:00, fuimos directos al alojamiento: Un AirBnb por la zona.

Después del sueño reparador un una ducha, pusimos rumbo a los Costwolds, que están a algo más de una hora al oeste de Londres. Burford fue la primera toma de contacto y ya nos encantó, con mención especial al coqueto interior de su iglesia. Habíamos desayunado por el camino de nuestro stock de supermercado pero no nos había importado para nada repetir en alguna de sus cafeterías.

Continuamos hacia Bibury, uno de los pueblos más famosos gracias a la postal que conforman su riachuelo y pintorescas casas de Arlington Row, aunque el pueblo tiene también otros rinconcitos muy cucos.

A media mañana, llegamos a Cirencester, la capital de los Cotswolds. Este pueblo tira más a ciudad por la cantidad de bares y comercios, pero aquello no le resta nada de encanto. Aprovechamos también para comer estupendamente en el pub The Crown.

Terminada la visita, fuimos hacia Bourton on the Water, “La Venecia de los Cotswolds”, uno de los pueblos más bonitos bucólicos por sus casitas y su canal. Allí volvimos a pasar por un supermercado, esta vez el Morrison’s, para comprar algo de provisiones para lo que surgiera.

Muy cerca de allí está Lower Slaughter, uno de los pueblos que, aún siendo probablemente el más pequeño, más nos gustó por sus casitas cuidadas al detalle y también por estar surcado por un pequeño arrollo.

Continuamos con su «vecino de arriba», Upper Slaughter que también nos regaló alguna estampa de lo más “cozy”, y para terminar la ruta del día, llegamos casi anocheciendo a Stow-on-the-Wold, otro pueblo más grandecito. Muchas de las tiendas ya estaban cerradas pero igualmente disfrutamos del paseo, y además pudimos ver sin problema el emblema de pueblo: La puerta de su iglesia enmarcada por las raíces de un árbol.

Tras un café y un chocolate caliente en el hotel The Old Stocks, nos fuimos a la localidad de Blockley, al norte de los Cotswolds, donde estaba el nuestro. Teníamos pensado picar algo en el bar del hotel pero el “horario español” nos hizo confiarnos y cuando quisimos la cocina ya estaba cerrada, así que tiramos con los snacks que habíamos comprado en el super y pasamos la tarde-noche en la calidez de nuestra acogedora habitación.

Salimos pronto para aprovechar el día y nuestro primer destino fue el maravilloso pueblo de Chipping Campden, donde muchas familias adineradas de Londres tienen su segunda residencia, y eso se nota en el cuidado de las casas y sus jardines. Después de un agradable paseo a pesar del fresquito, desayunamos de cine en The Bantam Tea Rooms, donde probamos los típicos scones y crumpets, aparte de una deliciosa tarta casera.

Después dimos otro paseo por la zona más residencial del pueblo, donde están los jardines más bonitos y donde se pude ver alguna cada que aún conserva el tejado de paja típico de la zona.

Terminada la visita y tras media hora en coche llegamos a Stratford-upon-Avon, la ciudad de Shakesperare, que visitamos a pie en un recorrido de unas tres horas.

Seguimos la ruta y llegamos a Broadway, donde teníamos reserva para comer un típico “sunday roast” en en pub The Crown Inn. Aunque los ingleses no destacan por su gastronomía, estaba bueno y nos gustó la experiencia. Bajamos la comida con un agradable paseo por el pueblo a una temperatura ideal para después ire coche  a uno de los lugares que más nos gustó: Broadway Tower.

Luego pasamos brevemente por el diminuto pueblo de Snowshill. La foto frente a su iglesia merece una parada.

Antes de que atardeciera, dimos un paseo por el pueblo de Winchcombe, donde estaba ya casi todo cerrado aunque nos resarcimos con una caminata por el campo alrededor de Sudeley Castle.

Regresamos de nuevo a nuestro acogedor hotel previo paso por supermecado para una cena a nuestro aire en la habitación.

Último día de este bien aprovechado viajazo. Amaneció muy nublado y frio y con este percal llegamos al primer pueblo: Tetbury, donde muchos actores famosos como Hugh Grant o Anne Hathaway tienen casa. Después del paseo hicimos un desayuno que nos sirvió de brunch en Cotswolds Coffee Bar. Fue maravilloso.

Después visitamos Lacock, un pueblo más al sur famoso por ser el lugar en el que se rodaron muchas escenas de Harry Potter simulando los pueblos de Godric’s Hollow, donde vivía Harry con sus padres, y Budleigh Babberton, escondite del profesor Sluhorn. También tiene una abadía donde se rodaron imágenes del  interior de Hogwarts. Recorrimos todos estos lugares y otros más sintiéndonos dentro de una de las películas.

Terminamos con el que quizá sea el pueblo más famoso de esta zona: Castle Combe. Pequeñito pero precioso.

Finalizada la visita y felices con todo lo que habíamos visto y dado de sí el viaje, regresamos al aeropuerto de Bristol parando antes a repostar y a devolver el coche en la oficina de alquiler.

A las 16:30, despegábamos rumbo a Madrid con un montón de experiencias en el bolsillo y momentos inolvidables para la memoria. Había sido una escapada invernal fantástica.


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