Bocados al mundo

2023 lo tenía muy fácil para superar a 2022, que fue annus horribilis, en todos los sentidos. No sólo lo ha hecho, si no que se ha quedado a las puertas de ser uno de los mejores años de mi vida, no sin sus sustos. Sin embargo, un final demasiado amargo va a hacer que se quede fuera de ese ranking.

Por suerte, los viajes no sólo se han comportado sino que han tenido un gran peso para que este año haya sido muy bueno, así que voy a tratar de disipar un poco ese amargor recordándolos como siempre hago por estas fechas.

Egipto

Un viaje, como diría uno de mis mejores amigos, “largamente acariciado”, uno de los sueños de mi vida que después no de años, sino de décadas, he podido por fin cumplir. Como viene siendo costumbre después de la pandemia, lo reservamos con muy poca antelación aunque lo tenía todo miradísimo, y aunque me da mucha ansiedad hacer las cosas así, reconozco que está saliendo bastante bien porque he venido consiguiendo buenos precios.

Viajamos por primera vez en grupo porque queríamos hacer el crucero para tener la experiencia de navegar por el Nilo y, aunque lo tenía mirado para ir totalmente por libre, salía muchísimo más barato y era más práctico y rápido ir con agencia al tener vuelos directos a Luxor y/o Aswan, puntos de inicio del crucero. A pesar de las reticencias iniciales, todo salió fenomenal: Nos tocó un grupo estupendo con el que lo pasamos muy bien y congeniamos con varias personas con las que acabamos queriendo pasar el tiempo libre . Al final estuvimos la mayor parte a nuestro aire.

El viaje estuvo totalmente a la altura de las expectativas creadas. Jamás olvidaré la belleza de los templos, la inmensidad y magnetismo de las pirámides, toda la historia que esconden los museos y cualquier monumento y la atmósfera vibrante de El Cairo. Espero que no sea mi última vez allí. Me queda mucho por contar del viaje pero aquí tenéis el primer post.

Fue un absoluto placer reencontrarme con la forma de viajar que más me gusta tras años ajustándome a lo que nos dejaba hacer el COVID.

Teruel y Albarracín

Tenía yo ganas de pasar un fin de semana o puente en Valencia capital y circunstancias laborales nos “obligaron” a poder tener unos días más, así que aprovechamos para pasar otro par por la provincia de Teruel, visitando su capital y el que dicen que es uno de los pueblos más bonitos de España, Albarracín. No seré yo quien lleve la contraria.

La capital me pareció una agradable desconocida ideal para un finde combinándola con muchos de los atractivos de la provincia, porque la ciudad se ve en un día tranquilamente.

Valencia

Había estado muchas veces en la provincia y dos en la capital, una en Fallas y otra solamente para ver la Ciudad de las Artes y las Ciencias al poco tiempo de su apertura, pero tenía ganas de visitarla de forma más pausada y me encantó, tanto como para considerarla como una de las ciudades españolas en las que no me importaría vivir. Mucha historia y monumentos, buen clima, ambiente animado, bonita arquitectura y deliciosa  gastronomía.

Culminamos la escapada, que se alargó de forma improvisada, con otro par de días en la playa de Gandía gracias a unos amigos.

Benidorm

De nuevo gracias a la cortesía de mi amigo Alberto, pude pasar unos relajantes (y necesarios) días de desconexión para reconectar con mi infancia junto a mi madre. Es un sitio en el que hemos pasado muchos veranos y nos trae recuerdos muy felices que queríamos revivir las dos juntas. Un bálsamo para el cuerpo y el alma.

Islas griegas

Mi lugar de paz. No sé que tiene este país y estas islas que es escribir su nombre, imaginar sus paredes blancas y puertas azules y se me alinean los chakras. Es una sensación de serenidad, de “estar en casa” que no sé explicar.

Dí muchas vueltas con el viaje de verano y, otra vez y siempre en contra de mi voluntad, las circunstancias hicieron que no pudiéramos confirmarlo hasta ultimísima hora. Había sondeado el país en primera instancia pero lo había dejado de lado contra otros destinos que aún no conocíamos, pero ya sobre la bocina eché un ojo de nuevo y un vuelo directo a muy buen precio hacia Santorini nos llevó allí. Yo ya tenía clarísimo que en mi próxima vez en las islas iría a Milos y Paros (repitiendo Santorini por supuesto). Podíamos añadir una isla más y por logística fue Naxos.

Santorini ha perdido algo desde nuestra visita en 2015 por la masificación y gran subida de precios, pero sigue siento para mí un lugar TOP que siempre estará entre mis favoritos.

Milos fue un gran descubrimiento. A pesar de que el viento nos tuvo en vilo toda la estancia, disfrutamos mucho de nuestros días allí. Es una isla más tranquila, diferente y con un turismo aún no de masas.

Paros es la isla perfecta. Tiene lo mismo que Mykonos (pueblos con encanto y playas espectaculares) pero a unos precios muchísimo más razonables y con menos cruceristas.

Mención aparte perece Antiparos, a sólo 5 minutos en barco de la anterior. Un absoluto paraíso casi virgen. Playas salvajes con arena blanca y aguas transparentes, las más limpias que he visto y una capital que parece un decorado de cine de lo perfecta que es. Me hubiese encantado estar aún al menos un día más y hacer noche allí.

Naxos fue la más floja de todas. Es una isla más grande y menos abarcable por ello, y también la de aspecto menos «cicládico», pero lo compensa con mayor dosis de historia y precios más económicos que el resto.

El paso por Mykonos fue fugaz para pasar la tarde y coger el vuelo de vuelta. Sigue tan preciosísima como la última vez, pero aún más cara y masificada.

Este país es siempre un acierto y no me cabe duda de que volveré más veces para repetir islas y descubrir más. Como dije al regresar: Cuando no sepas dónde ir, ve a Grecia.

Después de todo esto, hubo un bonus track de otro finde de veroño en Benidorm, que nunca viene mal 😊

Hecho el repaso, debo decir que estoy muy contenta con los viajes de este año, pues ha habido de todo: Turismo nacional, internacional (dentro y fuera de Europa) y pequeñas escapadas.

¿2024? Los sueños viajeros más remotos los tengo aparcados por las circunstancias y el precio de los vuelos, pero tengo cosillas en mente. Ojalá poder concretar alguna pronto.

¡FELIZ AÑO NUEVO!