Bocados al mundo

Muchas veces ocurre que buscamos el paraíso lejos de nuestras fronteras y no caemos en la cuenta de que a nuestro alrededor tenemos auténticos lugares de posta. En España, uno de ellos se sin ninguna duda la isla de Formentera.

Pocos son los afortunados que se pueden permitir pasar unas largas vacaciones en esta preciosa isla balear, por ello, una la forma más común de visitarla es haciendo una excursión de un día desde la vecina isla de Ibiza. Merece la pena.

¿Cómo llegar?

La isla carece de aeropuerto, pero hay multitud de ferrys que salen desde el puerto de Ibiza durante todo el año.

La compañía Trasmapi ofrece servicios cada hora desde las 10:00 hasta las 21:00 y Balearia comienza desde las 7:00 hasta las 23:30. Los precios de estas compañías suelen oscilar desde los 16€ a los 23€ por trayecto. No obstante, hay una alternativa mucho más económica: Aquabus.

Esta compañía tiene salida desde el puerto de Ibiza a partir de las 10:00 y cada dos horas aproximadamente y el precio ronda los 20€ ida y vuelta. Podeis consultar los horarios y tarifas en su web, donde podréis también reservar los billetes aunque lo podréis hacer igualmente en las miles de agencias en los alrededores del puerto de Ibiza con tan sólo un día de antelación y con horas de ida y vuelta abiertas, la mejor opción en mi opinión, aunque si os queréis asegurar plaza en el primer ferry es conveniente que estéis mínimo media hora antes de la salida para aseguraros plaza, ya que los asientos no van numerados.

El trayecto es aproximadamente de 45 minutos, dependiendo del tipo de barco.

¿Cómo moverse?

La isla está hecha para ser recorrida en moto o en bici si se tiene tiempo; no hay grandes pendientes, todo está bien señalizado y con carril habilitado y sólo mide 20 km de longitud.

La mejor opción es alquilar una scooter en el mismo puerto de Formentera: allí encontraréis decenas de agencias de alquiler con los mismos precios, unos 34€ el día por scooter con dos cascos en temporada alta e incluso por 20€ si se callejea un poco fuera del puerto o si se reserva con antelación por Internet. Conservad el billete del ferry porque suelen hacer con él un pequeño descuento de 2€. Yo lo hice en Moto Rent Pujols, y además contraté un seguro a todo riesgo por 4€ más, por lo que finalmente se quedó en 36€ en pleno agosto y sobre la marcha.

La moto hay que devolverla con el depósito tal y como os lo hayan entregado así que tendréis que pasar por la gasolinera antes de devolverla y ¡ojo! porque todo el mundo regresa al puerto a las mismas horas y se forman unas colas tremendas para repostar en las más cercanas a la ciudad. Tened esto en cuenta.

Una vez alquilada la moto, moverse por la isla es muy sencillo.

¿Qué ver?

Sus playas, que aun sin palmeras, poco tienen que envidiar a las de muchos destinos tropicales. Yo hice una ruta digamos circular recorriendo las más famosas y descubriendo por casualidad algún que otro tesoro. Estas son las que recomiendo:

Cala Saona

Pequeña, con roca rojiza, un mar azul precioso y un ambiente familiar. Fue quizá la más concurrida de todas las que visitamos.

 

Platja Migjorn

Nos encantó porque acabamos en la zona más retirada, junto al Beach Club 10.7, y no había absolutamente nadie.

Es Arenals

Una playa concurrida pero también muy extensa. Quizá esa sea la zona donde hay más alternativas de restauración a pie de playa.

Es Caló

Nos paramos antes de llegar al pueblo porque no queríamos ir a una zona demasiado masificada. Aún así había poco sitio incluso para aparcar la moto a las afueras de la carretera, porque no hay otro parking habilitado. La playa, eso sí, una vez más maravillosa.

Ses Illetes

La joya de Formentera, de España y hasta de Europa: Arena blanca y aguas cristalinas. No es de las más grandes de la isla, pero es la mejor y por eso precisamente está bastante masificada pero, de verdad, que eso no os quite las ganas de visitarla. De entrada, el camino ya es fabuloso pasando por el Estany y Las Salinas. El parking es de pago, pero sólo si se accede por el carril central. Si seguís por el de la derecha, por el que van todas las motos y taxis, no pagaréis nada.

¿Dónde Comer?

La oferta de restauración no muy abundante en la zona de playas y precisamente por eso los precios son bastante elevados, recordar si no la escandalosa factura del chiringuito Juan y Andrea que revolucionó las redes en el verano de 2015. Os recomiendo en este caso llevar un pequeño picnic en la mochila y disfrutarlo tranquilamente en alguna de las playas: Aprovecharéis más el tiempo y el bolsillo os lo agradecerá.

No obstante, si queréis comer de mesa y mantel podéis a precio asequible podéis hacerlo en Sol y Luna (Venta de Espi des Catalá – Playa de Migjorn) o en Restaurante Es Arenals (Playa Migjorn – Es Arenals).

Con toda esta información, no tenéis excusa para no visitar este precioso destino durante vuestra estancia en Ibiza o quién sabe… incluso  hacerlo durante un periodo más largo en forma de capricho. De lo que no cabe duda es de que paraísos hay muchos y este lo tenemos aquí.